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Con un aroma floral, fresco y con un dejo herbal, es tan versátil como útil en cualquier hogar. Su aroma calma y aquieta los nervios, la ansiedad y el estrés ayudando a conciliar el sueño cuando resulta difícil bajar revoluciones.
¿Cómo usarlo?
Aplicación directa: Aplicar dos o tres gotas sobre las zonas del cuerpo con mayor circulación sanguínea (sienes, nuca omuñecas) y masajear en forma circular hasta garantizar la completa absorción.
Masajes: Junto con la crema para masajes que utilices, añadirle unas gotas de este aceite esencial. Luego masajear sobre el pecho, la espalda, el cuello y/o las plantas de los pies con movimientos circulares vigorosos.
Aromaterapia: Diluir dos gotas de este aceite en una pequeña cantidad de agua y colocar la mezcla en un hornillo apto para aroma terapia.
Baño: En una bañera, preparar un baño de agua caliente como de costumbre y añadirle unas gotas de este producto para aromatizar el vapor.
Recomendado:
A quienes sufran de dolores de cabeza crónicos y migrañas.
A hombres y mujeres que busquen reducir la sensación de depresión, pánico o histeria.
A las personas que busquen reconfortar su piel luego de sufrir quemaduras de contacto o solares, picaduras de insectos, picazón y enrojecimiento producidos por alergias, eczemas, etc.
TIP
"Las picaduras de insectos pueden producir comezón y, por consiguiente, provocar lastimaduras en la piel. Una buena forma de reducir el malestar es complementar el Aceite Escencial de Lavanda con el Bálsamo Corporal Véspero".